sábado, 17 de diciembre de 2011

¿QUE ES UNA FISTULA IONTRA ORAL?

Una fístula es, por definición, la abertura en mucosa o piel de una vía de drenaje que el propio organismo crea, para permitir la salida de material purulento hacia el medio externo y permitir el drenaje natural de un absceso.

La causa de las fístulas es, por lo tanto, un proceso infeccioso que provoca una colección localizada de pus y exudado en alguna parte del cuerpo.
 En la cavidad bucal, la mayoría de las fístulas tienen su origen en la necrosis de la pulpa con la consiguiente formación de un absceso periapical o en abscesos de origen periodontal.

Asimismo, un buen número de fístulas en piel en la región facial tienen el mismo origen.
En éste último caso, la O.M.S. las clasifica dentro de los abscesos periapicales con fístula.
Además de la mucosa oral o piel, un absceso de origen dentario puede llegar a drenar en senos maxilares o en la cavidad nasal.

El sitio de drenaje o fístula generalmente se presenta cerca del diente afectado, la mayor parte por vestibular, en la encía insertada o areolar.
En ocasiones, cuando la raíz está muy inclinada hacia palatal, el drenaje puede producirse por el paladar.
Sin embargo, en ocasiones es posible observar fístulas que se presentan a distancia de su sitio de origen, por lo que clínicamente se deben de revisar todas las piezas dentarias y estructuras orales.
En el caso de fístulas extraorales de origen dentario, aproximadamente el 80% de ellas se presentan debido a piezas dentarias mandibulares.

Cuando están asociadas a incisivos mandibulares, pueden drenar por el mentón, debajo de éste o en la cara anterior del cuello.
En el caso de que el origen sea un premolar o una molar mandibular, el drenaje se puede presentar a nivel del cuerpo mandibular o en las caras laterales del cuello o en la región inferior auricular.
Si la pieza dentaria origen es del maxilar, los incisivos superiores pueden drenar hacia la zona infraorbitaria o hacia mucosa nasal.

Los caninos con frecuencia drenan hacia el ala nasal.
Las premolares y las molares pueden drenar en los carrillos o hacia seno maxilar.
Clínicamente, la pieza dentaria causal del absceso que da origen a la fístula puede observarse con caries o con restauraciones, con algún cambio de color o tono (generalmente más oscuro) o presentar fisuras o fracturas ya sean coronarias y/o radiculares.

A las pruebas pulpares térmicas de frío o eléctricas, la pieza en cuestión puede presentar ausencia de sensibilidad.
Una manera simple y efectiva para identificar la pieza dentaria origen de la fístula, es insertar lentamente una punta de gutapercha de calibre 35 desinfectada a través de la fístula, hasta que se perciba una leve resistencia al avance.
Entonces se toma una radiografía periapical u oclusal de la zona.
La punta de gutapercha servirá de medio de contraste que corre a través del tracto fistuloso hasta su origen, el cual generalmente es una zona radiolúcida a nivel del diente afectado.
En la mayoría de los casos, es confiable; sin embargo, hay que tomar en cuenta que NO es un medio diagnóstico 100% confiable.
En ocasiones, la punta de gutapercha puede chocar con alguna trabécula ósea y desviarse, causando errores diagnósticos.
 Las fístulas odontogénicas se pueden presentar en cualquier edad, aunque son más frecuentes en niños y adolescentes, debido a la menor densidad ósea que presentan y que sus procesos alveolares aun no terminan de desarrollarse completamente.
En cuanto al género, no hay diferencia en cuanto a su prevalencia en hombres o mujeres.
Clínicamente, las fístulas presentes en la cavidad oral se observan como zonas eritematosas elevadas o no de la superficie, en cuyo centro es posible observar una úlcera de la mucosa de diámetro y forma variable, por la que puede estar drenando material purulento.

En el caso de fístulas cutáneas de origen dentario, su forma, ubicación, tamaño y color puede ser muy variada: pueden observarse fístulas en que hay neoformación variable de tejido, o depresiones cutáneas.

Estas zonas pueden presentar o no drenaje activo, por lo que en ocasiones pueden observarse como lesiones neoformativas "cerradas" de color, forma y tamaño variada, lo que en muchas ocasiones puede llevar a errores en el diagnóstico del origen de estas lesiones.

 Cuando se presenta una fístula extraoral, es de suma importancia que se realice el diagnóstico diferencial con cualquier otra patología que pueda producir lesiones similares en piel.

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