lunes, 12 de diciembre de 2011

BRUXISMO Y TERAPIA DE MODIFICACION DE CONDUCTA

El estrés es una patología omnipresente en la ajetreada sociedad industrial de nuestros días.

 El bruxismo es una parafunción que origina una patología alarmante por conducta anómala (apretamiento o rechinamiento, o ambos).
Los resultados del mismo en estética dental y prótesis son temidos por los clínicos.

 Teorías oclusales y psicológicas han sido enunciadas para explicar la etiología de la bruxomanía.

 Derivadas de aquéllas, terapias oclusales y psicológicas son aplicadas aisladamente o en suma para tratamiento del bruxómano. Las férulas de descarga son el tratamiento comodín reversible de una amplia patología odontoestomatológica, desde la disfunción temporo-mandibular en cualquiera de sus manifestaciones hasta el bruxismo.

Las férulas pretenden una relajación muscular con el consiguiente reposicionamiento condíleo.
Su mecanismo de acción permanece controvertido.
La efectividad terapéutica mostrada hace que su utilización sea amplia aunque algunos autores la cuestionan. Las férulas de descarga presentan problemas derivados principalmente de la dificultad para la fonación normal lo que obstaculiza la adecuada relación social de los pacientes.
El obturador nasal transicional es una propuesta alternativa o complementaria a las férulas de descarga como tratamiento de las parafunciones desde el punto de vista psicológico mediante la aplicación de terapias de modificación de conducta.
El bruxismo es una parafunción mandibular que cursa con apretamiento, rechinamiento o combinación de ambos.
El comportamiento bruxópata puede ser presentado tanto en vigilia como durante las horas de sueño por lo que ninguno de ambos aspectos puede ser ignorado sea desde el punto de vista diagnóstico como terapéutico.

La terapia de modificación de conducta comprende una serie de procedimientos de los que destacamos:

Motivación: para ayudar al paciente a entender perfectamente el método y tomar conciencia de su patología. Esta acción es fundamental como ya hemos dicho: sin ella el método fracasará inexorablemente.

Reacción de competencia: es una reacción o posición incompatible con el hábito pernicioso.
La reacción de competencia en la bruxomanía supone la relajación de los músculos de la masticación, maseteros y temporales, pues con ello el apretamiento es incompatible.
El obturador nasal apoya totalmente esta reacción de competencia.

Comportamiento asociado y situaciones que lleven al hábito: el paciente reconocerá todas aquellas causas que le lleven a la bruxomanía para así evitarlas.
Por ejemplo: si ver películas de terror le produce estrés y apretamiento, evitará las mismas.
Registro: el paciente debe llevar un registro diario de la frecuencia del hábito.
Motivación: apartado esencial de la terapia de modificación de conducta
La motivación es el inicio y etapa fundamental de la terapia de modificación de conducta.

Para la correcta motivación del paciente en la primera visita clínica haremos hincapié sucesiva y ordenadamente en los siguientes puntos:

Usted tiene una patología bruxómana que va a terminar con sus dientes.

La ausencia de dientes entraña graves problemas para la estética facial.

La ausencia de dientes entraña graves problemas para deglución y aparato digestivo.

La ausencia de dientes produce graves problemas psicológicos al paciente.

La bruxomanía supone graves riesgos para cualquier prótesis dental.
Usted esta invirtiendo una cantidad ostensible de dinero y no puede echarla al cubo de la basura por persistir en la bruxomanía.

La hiperactividad de los músculos maseteros y temporales conduce a la hipertensión de los músculos de nuca y cuello.
Consecuencia inmediata de todo ello es el dolor facial, de ATM, cervical y espalda. Consecuencias mediatas son vértigos, mareos y acúfenos.

El hombre es un animal de costumbres.

Una conducta anómala puede ser corregida mediante una educación adecuada para cambiarla a conducta normal, orgánicamente saludable.

El origen de su bruxomanía es la hiperactividad de los músculos masticatorios, temporales y maseteros.

Vamos a enseñarle a utilizarlos nada más para comer, relajándolos el resto del tiempo.
Así curaremos su bruxomanía.

 La bruxomanía acorta la longitud de la facies, cara de viejo.

Ya en fase de tratamiento, induciremos al paciente para que observe en un espejo el aumento longitudinal del aspecto facial tras el uso del obturador como modo de mantener fresca la motivación al tratamiento.

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